Los maniots de Kawi se dedicaban a soñar y a hacer realidad todos sus sueños, aquel lugar era el mejor lugar para vivir, pues no hacía falta nada.
 

Un día Siká se encontraba jugando handball con sus amigos en el gran prado, cuando de pronto... Makú; el mejor amigo de Siká, falló con su mejor tiro, volando el balón del campo. El balón cayó en el fondo de un pozo y de inmediato sus amigos se fueron corriendo a sus casas mientras Siká planeaba cómo recuperar el balón.

 

En Kawi, existía una leyenda sobre aquél pozo, lo llamaban El Pozo del Misterio de la U. Aquella leyenda decía que si alguien tocaba el agua del fondo, traerían a Kawi una maldición. Según lo que los viejos maniots contaban de aquella maldición, cuándo un maniot tocara el agua del pozo... todos los maniots serían privados de sus sueños y los haría prisioneros de un cuerpo extraño dentro de Kawi para siempre.

 

Si un día, aquella maldición era desencadenada en Kawi, sólo el maniot que la había desencadenado y todos aquellos que se encontraban en ese momento en el pozo, podrían regresar la naturaleza creadora y soñadora de los maniots, pero los maniots nunca podrán deshacerse de su nuevo cuerpo. 

 

Pero a Siká le encantaba vivir jugando, no se permitiría nunca dejar de jugar, así que comenzó a descender por la cuerda del pozo para recuperar el balón.

 

Afortunadamente Makú logró ver lo que Siká intentaba y dió aviso a la familia de Siká.

 

Poco antes de obtener el balón al fondo del pozo, la familia de Siká llegó a rescatarlo.

 

Siká colgaba de la cuerda del pozo, mientras se estiraba para conseguir el balón, su padre dió un grito y entró en el pozo para rescatarlo. Su mamá y su hermana siguieron al padre.

 

Al oir la voz de su padre, Siká volteó hacia lo alto del pozo y perdió el equilibrio cayendo al fondo del pozo. En ese momento, un rayo de luz amarillo salió desde el fondo e iluminó todo el cielo de Kawi. ¡La maldición de la U había sido desencadenada!

 

El cielo se había teñido de amarillo y los maniots comenzaron a crecer de estatura, comenzaron a cambiar de voz, les comenzó a brotar ese nuevo cuerpo del que hablaban los viejos maniots y dejaron de soñar.

 

Siká y su familia lograron salir del pozo después de haber sido deslumbrados por aquél rayo. Pero al salir, no entendían lo que había pasado ¿Qué era lo que les estaba pasando a los maniots? ¿En qué se estaban convirtiendo?

 

A los maniots les había crecido el pelo, cambiado su color de piel, su corazón se había hecho más grande, lo mismo había pasado con sus pies, les creció un maniot gemelo y estaba conectado a través de una cabeza... los maniots se habían convertido en ¡Umaniots!

 

Al ver lo terrible de lo ocurrido, Siká tuvo una idea, ir a visitar al viejo sabio y preguntarle qué podría hacer para deshacer la maldición. Y así fue... Siká viajó hasta las montañas más altas del Kawi durante días enteros para visitar al gran sabio quien también se había convertido en Umaniot y a pesar de su edad no había perdido la sabiduría.

 

-¿Qué puedo hacer viejo sabio? preguntó Siká -todo esto es mi culpa, yo solo quería seguir jugando.
-Ser quien eres hijo y nunca dudar de ti, contestó el sabio.

-¿A que se refiere señor? No entiendo lo que dice ¿de qué forma puedo romper la maldición y que los maniots continúen soñando? preguntó desesperado Siká

-Sólo tu verdadera naturaleza podrá liberar a los maniots de las trampas de la mente

-¿A qué se refiere señor?

-Los Umaniots han dejado de soñar porque tienen miedo, el miedo les impide continuar soñando como los maniots lo hacíamos y eso se debe a que dentro de la cabeza se encuetra la mente, en la mente se genera todo ese miedo.

-Entonces deberé cortarles la cabeza a todos los Umaniots, así Kawi volverá a ser como antes.- Afirmó Siká

-Las cosas no funcionan así hijo, sólo tu verdadera naturaleza podrá liberar a los Umaniots del miedo, el mundo te verá y recordará cada quien cuál es su verdadera escencia y de esa forma, con el tiempo todos irán despertando de la maldición de la U.

-¿Pero cómo?¿Cuál es mi verdadera naturaleza? preguntó desesperado Siká

-Es aquello por lo que estarías dispuesto a todo sin pedir nada a cambio...
-¿A jugar?
-Esa es tu verdadera naturaleza Siká, juega, juega tanto como puedas y pronto despertarán los Umaniots para recordar que todos los sueños se pueden hacer realidad.